domingo, 7 de junio de 2015

QUERER BUSCAR (“querer querer”) BUCEA: Metodología de Desarrollo Personal de JULIO DE LA TORRE.


En laEncontrar es saber buscar.
Aprender a buscar es todo un reto pues en muchas ocasiones no se quiere buscar porque no se quieren encontrar.
BUSCAR como primer paso de la metodología BUCEA está sumando, en primer lugar, determinación y voluntad.
Sólo buscamos causas cuando tenemos consecuencias.
Las consecuencias que nos hacen buscar causas son aquellas que nos producen dolor, sufrimiento.
Y es dolor, por esta razón, un gran motivador. Cuando duele buscamos la solución al dolor.
El dolor apunta siempre a una causa.
¿Te duele?. ¿DÓNDE?. ¿CUANTO te duele?. Preguntas típicas del médico.
Nuestros dolores pueden ser muy diversos. Por su intensidad nos damos cuenta de ellos cuando no los soportamos más. Como un dolor de muelas. Por su localización existen los de cabeza, estómago, espalda, pecho, corazón, extremidades...pues el dolor es del ahora y lo único que tiene la capacidad de estar en el ahora es el cuerpo. Por su sensación existen diversas también, sensación de mareo, calor, falta de aire, frío... presentación de la Metodología de Desarrollo Personal “BUCEA” expresé que la primera parte del proceso la denomino “BUSCAR”.

Nadie encuentra lo que quiere sino lo busca. Nos podemos encontrar con algunas cosas o circunstancias sin buscarlas y entonces hablamos  de casualidades de la vida. Vivir de causalidades es entregar el poder a lo que algunos llaman azar y por eso decimos de algunas personas que tienen más suerte que otras. La vida no es un juego, tiene sus reglas, puedes conocerlas o desconocerlas, o lo que es lo mismo, puede ser consciente y no consciente de las reglas de la vida. Pese a todo, el control de la vida de cada uno es una pretensión que cuanto apartemos de la voluntad mejor, pues como aprenderemos con BUCEA controlamos muy pocas cosas, pero suficientes.

La VOLUNTAD DE BUSCAR es el primer paso.

La búsqueda requiere una serie de elementos muy precisos para comenzar: Voluntad, Observación y Paciencia. Hoy analizaremos la Voluntad.

VOLUNTAD: No podemos cambiar nada si no tenemos la voluntad de hacerlo. En el ámbito de la educación o del trabajo cuando pretendemos el cambio en alguien si éste no colabora nos encontramos con que no avanzamos, el proceso se hace lento y doloroso.

En BUCEA la voluntad es determinante, por ello no es aplicable con eficacia a grupos en los que la participación ha venido impuesta por orden de jerarquía o de pertenencia. La persona tiene que prestar no solo su consentimiento, sino su voluntad.

En este punto saber diferenciar consentimiento y voluntad es muy importante.

El Consentimiento es pasivo, la voluntad activa.

Quien consiente no tiene por que implicarse, se limita a no oponerse a la acción de los demás. En este sentido existen personas comprometidas con multitud de procesos y situaciones pero su voluntad no está implicada. La diferencia sería la existencia o no de la vocación.

La vocación es el compromiso y la voluntad unida es pos de un modelo de vida. Podemos estar comprometidos con muchas causas y fines, pero realmente nuestra voluntad no está ahí, no existe vocación.

El ejemplo más común en el día de hoy es el matrimonio. Casi todas las parejas se comprometen pero pocas tienen la voluntad de permanecer. La educación y la cultura recibida ha insaculado en nuestras creencias más profundas que el matrimonio no es para toda la vida y pese a que muchos se comprometen en el Altar y ante Dios para toda la vida, realmente no existe tal voluntad, no existe vocación matrimonial.

Un contrato de trabajo es un compromiso y puedo permanecer en la empresa toda la vida, pero jamás puse mi voluntad al servicio de ellas pues siempre quise realmente hacer lo que más me gustaba, lo que realmente era mi vocación frustrada y la vida no me dejó. En este caso se ve claramente como por un lado está el compromiso y por otro la voluntad.

Cuando desarrollamos tareas de voluntariado nos comprometemos pero no tenemos vocación y no dedicamos toda nuestra vida a prestar ayuda a los demás, lo hacemos circunstancialmente sin voluntad, sin vocación.

El compromiso es el PORQUE y la voluntad es el PARA QUE.

Cuando miles de personas se someten a terapias y procesos reeducativos en el mundo y no finalizan ha existido falta de voluntad e incluso hasta de compromiso. En un reciente artículo de elpais.com el pasado 3 de mayo de 2015 en relación con el libro de FRANCESC TORRALBA “ El Esfuerzo” podía leer: “Para lograr lo que se propone, debe cambiar la inercia de lo rutinario que invade o consume su empuje creativo y su voluntad. Cuando quiera hacer algo, ir a nadar o a caminar, llevar a cabo un proyecto, iniciar una aventura, mantener una conversación o escribir un libro, primero debe visualizarlo. Piense en cuál es el ideal, cómo será cuando lo consiga, qué le mueve, cuál es su intención y para qué lo quiere hacer. Responder a estas preguntas le ayudará a fortalecer la voluntad para esforzarse y encaminarse hacia ello.

 En BUCEA el “para que” es determinante. Si no existe voluntad, si no existe un “para que” la mente acabará con el compromiso por mucho que el mismo se haya plasmado en un contrato en el que incluso he comprometido dinero, es decir, me haya costado dinero.

En este punto por mi parte es lo primero que intento identificar en el futuro cliente, su VOLUNTAD, su “para que”.

En mi corta carrera como Coach y Educador Transpersonal me he encontrado con muchos compromisos y pocas voluntades. Si por mi parte impidiera el acceso a BUCEA a quien no tiene voluntad, la estaría juzgando, estaría introduciendo mi mapa de valores en el análisis, me estría colocando en un plano superior que no creo que me corresponda. En BUCEA no existe la figura del maestro o el oráculo, somos compañeros de camino, nos sumergimos juntos y aprendemos juntos.
Para entenderlo de otra manera, el compromiso es NECESITAR y la voluntad es QUERER. Puedo necesitar dejar de fumar, pero no quiero realmente dejar de fumar. Cualquier persona en esta situación no dejará nunca de fumar, pues realmente no tiene voluntad, aunque se compre el tratamiento más caro y efectivo sobre la tierra.

En BUCEA la voluntad es “QUERER QUERER”

Me dices que sí, que quieres. —Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer?
—¿No? —Entonces no quieres.

Así lo expresaba un Santo español, San José María Escrivá de Balaguer en uno de sus más universales libros: “CAMINO” en su punto 316.




Pero también podemos inspirarnos con Miguel Hernández “Querer, querer”.

Querer, querer, querer,
esa fue mi corona:
Esa es.

Entre las fatalidades
 que somos tú y yo, él ha sido 
la fatalidad más grande.

De la contemplación
 nace la rosa;
de la contemplación
el naranjo y el laurel:
 Tú y yo del beso aquel.

Escribí en el árbol
los tres nombres de la vida:
 vida, muerte, amor.
Una ráfaga de amor,
tantas claras veces ida,
 vino y los borró.

Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor, 
la de la muerte,
Con tres heridas yo:
la de la vida, 
la de la muerte,
la del amor. -

Querer querer no es propio de la mente, no podemos analizar nuestra voluntad con ella, la voluntad la regula el Tercer Chakra relacionado con la irradiación, el coraje, la capacidad de imponerse, la individualidad y el poder.  Regula el poder de la voluntad y el sentido personal de control. Físicamente, el chakra del plexo solar regula la digestión.

Según algunas corrientes de corte oriental el mal funcionamiento de este Tercer Chakra provoca una serie de manifestaciones. Podemos encontrar personas, entre las que me encuentro, con recurrentes problemas de estómago y del sistema digestivo. Hay personas con poca voluntad manifestada como fatiga crónica. En otras ocasiones la necesidad de controlar otros y el entorno, son muestras de poca voluntad. Hipersensibles a las críticas y baja autoestima que acaban provocando irritabilidad. Al intentar dominar a otras acaban dejándose dominar. La voluntad como falta de disciplina y persistencia, como  dificultad de concentración, provocando  procrastinación. Pocas veces pueden evaluar de manera objetiva y seguir sus intuiciones.

En este punto BUCEA te propone la práctica del Yoga y los  baños de sol junto con el desarrollo de una actividad para encontrar tu “PARA QUE”, que nos ilustra esta historia:

Cuentan que un caballero que se dirigía a Santiago, se detuvo a descansar en Miranda de Ebro. Mientras reposaba, miraba a tres canteros que realizaban exactamente el mismo trabajo, pero con una actitud muy diferente.

Intrigado, le preguntó al primero:

- Perdone, ¿qué es lo que está usted haciendo?

El hombre le contestó de mala manera:

- ¿No lo ve? Estoy picando piedras.

Entonces, el caballero se acercó al segundo, que trabajaba muy concentrado en su labor y le hizo la misma pregunta.

El cantero se volvió hacia él y con mucha parsimonia le empezó a relatar:

- Está clarísimo.

Pulo las piedras con el cincel y el buril para que puedan ser trabajadas más fácilmente.

Por último, el caballero se dirigió hacia el tercer hombre que silbaba y cantaba mientras picaba las piedras.

Al oír la pregunta, el cantero miró al forastero con una amplia sonrisa y le respondió entusiasmado:

- ¡Estoy construyendo la catedral de Burgos!

¿Con cuál de los tres hombres te identificas?

La actividad que proponemos estará acompañada de un Coach o Educador Transpersonal. En BUCEA utilizamos la “Rueda de la Vida” para que la persona comience el proceso de búsqueda intelectiva y mental en su realidad y circunstancias. Posteriormente analizamos la gestión del tiempo. Ambas actividades pretenden que nos demos cuenta, que tomemos conciencia y comience la fase de los sentimientos.

Nuestra voluntad se entrena y por tanto una vez analizada comienza la fase de la acción, el plan de acción, que en BUCEA se denomina PLAN DE VIDA.


Más  adelante hablaremos de esta importante fase de reeducación pues el cerebro será nuestro objetivo, un objetivo con una finalidad reeducativa clara, de reinicio, REINICIARSE, sin dejar de ser. Pero esa es otra historia para otro día.


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